jueves, 5 de marzo de 2015

¿Importa lo real?

El filósofo René Descartes llegó a la conclusión de que las cosas que nos rodean, el mundo no solo no era tal y como las percibimos, sino que dudaba de que fueran reales. ¿Y si nada de lo que percibo existe? ¿Y si todo es una ilusión creada por un genio maligno que quiere engañarme?Al tiempo, una cosa le quedó clara, y algo que es indiscutible es que él, al menos su "yo" es real. Claro, el pensó: Yo no sé si la gente de mi alrededor es real, los objetos, los animales, el universo... pero una cosa es segura. Yo soy real. ¿Pero qué soy yo? Algo que piensa, y eso resume que soy algo que razona, que tiene sentimientos, que percibe el exterior, real o no, pero para percibir algo tengo que ser real. De ahí su famosa frase "pienso, luego existo". Pienso, para pensar hay que existir, por lo tanto soy real. Ahora bien, todo esto es muy bueno y puede aportar bastante a nuestro día a día, porque seguimos con la duda de si todo esto es real. A mi todo estos temas me encantan, pero lanzo una pregunta: ¿Es verdaderamente importante saber si el día a día en el que vivimos es real? Desde el punto de vista de Descartes; no se si son reales, pero si trato mal a la gente, como cosa que percibe, voy a sufrir. Si realizo actividades que me gustan, aunque en realidad no exista, a mi hace sentir bien. En definitiva, sí hay que saber si todo esto es real, y que los filósofos sigan trabajando para encontrar respuestas a estos temas y más de la dialéctica. Pero sea real o no, hay que actuar para estar bien, con lo que percibimos, y para que los demás (si es que existen) estén bien con lo que perciben.

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